viernes, 27 de septiembre de 2013

la invasión del tahuantisuyo

LA INVASIÓN ESPAÑOLA

Hacia la década de 1520, Francisco Pizarro y sus socios, Diego de Almagro y Hernando de Luque, planearon expediciones al sur de Panamá. Luego de dos viajes detectaron el Tahuantinsuyo y lo reconocieron como un espacio con una población más numerosa, mejor organizada y con evidentes signos de riqueza. En 1529 Pizarro viajó a España y firmó con la Corona la Capitulación de Toledo que formalizó las condiciones de la conquista. En el tercer y definitivo viaje, Pizarro, con poco más de un centenar de soldados españoles, ocupó Cajamarca y capturó al inca Atahualpa (noviembre de 1532). Allí se repartió el producto del primer saqueo de los tesoros, básicamente en oro.  El 26 de julio de 1533 Atahualpa fue ajusticiado en Cajamarca y allí terminó el primer momento de la invasión.

Con la llegada de refuerzos provenientes de Panamá la hueste creció y Pizarro pudo avanzar hasta el Cuzco, donde se repartió el segundo gran botín, y ocupar otras zonas. Un hecho paralelo fue la fundación de las primeras ciudades: Piura, Cuzco, Jauja y, en 1535, Los Reyes (Lima), que sería después la capital virreinal. Luego vinieron Trujillo, Chachapoyas, Huamanga, Huánuco y Arequipa. Otro hecho paralelo fue el reparto de la población nativa entre los españoles “encomenderos”. Cada encomienda tenía un número de indios y su titular disponía de su trabajo (servicio personal) y cobraba un tributo de ellos; a cambio los indios recibían “protección” y evangelización. De esta manera las ciudades tenían encomenderos como “vecinos” y este grupo se convirtió en la primera élite del Perú colonial. Gozaron de gran poder económico y político y controlaron instituciones claves como los cabildos.

La crisis de los encomenderos se inició cuando la Corona planeó limitar sus privilegios a través de las Leyes Nuevas (1542). En ellas se prohibía el servicio personal y la condición hereditaria de las encomiendas. La rebelión no tardó en estallar.  Ya antes se había desatado la violencia cuando las huestes pizarristas y almagristas se disputaron la posesión del Cuzco. Los partidarios de Almagro asesinaron a Pizarro en 1541 luego de que los hermanos Pizarro vencieron y ejecutaron a Diego de Almagro en la primera guerra civil. La rebelión de los encomenderos se desató con la llegada del primer virrey, Blasco Núñez Vela, en 1544. El caudillo fue Gonzalo Pizarro quien en la batalla de Iñaquito logró ejecutar al propio virrey. Ante el caos, la Corona envió al clérigo Pedro de La Gasca a pacificar el Perú. Gonzalo Pizarro se negó a capitular y fue vencido en Jaquijahuana (1548). Derrotados los encomenderos La Gasca, como presidente de la Audiencia de Lima, pudo dar comienzo a la organización del virreinato.

El rápido derrumbe del Tahuantinsuyo no puede explicarse por la superioridad de las armas de los españoles o porque la población andina se confundió inicialmente al ver a estos nuevos hombres como dioses. Los españoles pudieron aprovechar dos circunstancias claves. En primer lugar la crisis política derivada de la pugna por el poder entre las élites cuzqueña y quiteña: la guerra entre Huáscar y Atahualpa. En segundo lugar, los invasores contaron con el apoyo de numerosos grupos étnicos que no aceptaban el dominio incaico; el “colaboracionismo” de amplios sectores de la población (huancas y chancas) contribuyó notablemente en el “éxito” de las huestes españolas.

Todos estos acontecimientos fueron narrados por los cronistas. Luego de darnos unas versiones deficientes o confusas, terminaron esbozando una imagen distorsionada del Tahuantinsuyo al tratar de comprenderlo bajo sus categorías mentales. Casi todos justificaron la conquista y los actos que siguieron afirmando que Atahualpa era ilegítimo y tirano, dando la imagen de una guerra justa. Luego los cronistas extendieron la ilegitimidad a todos los incas, que resultaron tiranos y usurpadores, una versión que llegó hasta el siglo XVII con la obra del cronista indio Felipe Guamán Poma de Ayala. Un caso aparte fue la obra del inca Garcilaso de la Vega donde se configuró una versión idílica y romántica del Tahuantinsuyo. Fieles a su tradición occidental y cristiana, los cronistas compararon al País de los Incas con el Imperio Romano y vieron en la guerra con los indios la continuación de la que mantuvieron con los árabes (La Reconquista), es decir, contra los infieles.  
gracias a: http://conociendolahistoriadelperu.blogspot.com/p/el-peru-virreinal.html

miércoles, 25 de septiembre de 2013

comienzo del virreinato del Perú

EL VIRREINATO DEL PERÚ 

Todo comenzó cuando cristobal colon llego a AMÉRICA desde ahí muchos conquistadores españoles quisieron conquistar nuevas tierras civilizadas como aztecas o incas.
Y ahí aparece la figura de Francisco Pizarro.
Se cree que pudiera haber nacido el 16 de marzo de 1478 en Trujillo, Cáceres. Hijo natural del capitán de los tercios españoles Gonzalo Pizarro, llamado el "El Largo o El Romano", que luchó en Granada, en Italia con el Gran Capitán y murió en el sitio de Amaya (Navarra) y de Francisca González Mateos criada de su tía Beatriz Pizarro. 

Cuando cuenta 20 años de edad se alista en los tercios españoles que luchaban en Italia y en 1502, tras su vuelta a España, embarca junto a fray Nicolás de Ovando, que partía como gobernador a la isla de La Española. En 1509 se añade al grupo de Alonso de Ojeda que se disponía a poblar en Tierra Firme y participó en la fundación de la villa de San Sebastián y Santa María de la Antigua (Colombia). 

En 1513 inició junto a Vasco Núñez de Balboa un largo recorrido por el istmo de Panamá, que acabó con el descubrimiento del océano Pacífico. Durante los siguientes años participó en diferentes expediciones que recorrieron parte de las costas y las islas del mar del Sur (denominación que recibió el océano Pacífico) buscando oro y perlas. En el año 1519 formó parte del grupo que fundó la ciudad de Panamá, recibiendo a las orillas del río Chagres las tierras que le correspondían como poblador, donde llegó a ser regidor y alcalde. 

En 1524 se une a Diego de Almagro y Hernando de Luque para explorar las tierras situadas al sur atraídos por las noticias sobre grandes riquezas facilitadas por la expedición de Pascual de Andagoya, que había llegado hasta un río donde recibió noticias de un reino llamado Birú. En el primer viaje llegó al mismo río, que remontó, y fundó Puerto del Hambre. La falta de alimentos y los ataques de los indios le obligaron a retirarse, por lo que se instaló en Chochama, en el golfo de San Miguel (Panamá), donde recibió poco después a Diego de Almagro, que había salido en su busca. Decidieron que Almagro regresaría a Panamá para conseguir más hombres y volver a encontrarse con el fin de proseguir el viaje. Tras su regreso, Almagro y Pizarro navegaron en un mismo barco hasta el río San Juan (Colombia), donde recibieron la noticia de la existencia de varias poblaciones en las que sus habitantes llevaban valiosos adornos de oro. Al mismo tiempo, Bartolomé Ruiz y los hombres que viajaban en el otro barco de la expedición habían localizado enTumbes una embarcación cargada con oro, plata y tejidos, que describieron a su regreso a San Juan. Allí les esperaba Pizarro, quien, al escuchar estos detalles, emprendió la navegación hacia San Mateo (Ecuador), lugar donde se habían realizado los contactos, y continuó hasta Tacames (Atacámez, Ecuador). De regreso a San Mateo, Almagro volvió de nuevo a Panamá en busca de refuerzos y alimentos. 

Pizarro y sus hombres se trasladaron con el otro barco a una isla que denominaron del Gallo, en la que permanecieron aislados, ya que este barco volvió también a Panamá, donde un nuevo gobernador, Pedro de los Ríos, decidió poner fin a la expedición. Pizarro deseaba seguir adelante y ofreció a sus compañeros la posibilidad de continuar o regresar. El grupo formado por los que decidieron seguir recibiría después el nombre de los 'trece de la fama'. La expedición continuó hasta el río Santa (Perú) y a lo largo del viaje recibió importantes noticias del Imperio inca, cuyo jefe Huayna Cápac había muerto, y que en esos momentos vivía una lucha entre sus hijos Huáscar y Atahualpa por la sucesión. 

En 1528 Pizarro vuelve a España con numerosos presentes y la intención de presentar al emperador Carlos V (rey de España como Carlos I) las peticiones acordadas con sus compañeros, que se concretaban en la gobernación de las tierras descubiertas para él mismo, el título de adelantado para Almagro y el obispado para Luque. El 26 de julio de 1529 la emperatriz Isabel de Portugal firmó las capitulaciones para laconquista del Perú, cuyo nombre oficial fue el de Nueva Castilla, y facultó a Pizarro a seguir descubriendo y poblando, en el plazo máximo de un año, hasta el límite de Chincha (Perú). También se le concedieron los nombramientos de gobernador, capitán general y alguacil mayor, y su propio escudo de armas, en el que ya aparecían elementos alusivos a Perú, como la representación simbólica de la ciudad de Tumbes y varias balsas peruanas. 

En 1530 partió de nuevo para América y al llegar a Panamá, junto a sus socios Almagro y Luque, organizó la expedición comprometida. Francisco Pizarro partió en enero de 1531 y se estableció en Coaque (Ecuador), donde recibió los refuerzos que llevaba Sebastián de Belalcázar, quien se sumó así al grupo. A continuación llegaron a la isla de Puná (Ecuador), donde se les agregó Hernando de Soto. Tras pasar por Tumbes y fundar en agosto de 1532 la villa de San Miguel (Perú), el 15 de noviembre la expedición entró en Cajamarca (Perú), donde estaba Atahualpa, que había apresado a su hermano Huáscar. Tras varios intentos de los españoles por atraérselo, el inca inició una visita acompañado de una multitud de indios y, después de unos breves contactos en los que se negó a acatar el requerimiento habitual, ambos ejércitos entraron en combate, culminando la batalla con la prisión de Atahualpa. 

Éste, para conseguir su libertad, ofreció llenar de oro la habitación en la que se encontraba y de plata otras dos estancias, y, en secreto, mandó matar a su hermano Huáscar. Mientras se reunía este tesoro, tres soldados españoles llegaron hasta Cuzco y regresaron con más noticias sobre sus riquezas. En Cajamarca se incorporaron Almagro y sus hombres y el 18 de junio de 1533, reunidos los dos socios, se repartieron el botín. Desde Cajamarca Hernando Pizarro salió hacia Panamá con la parte correspondiente al quinto real (100.000 pesos de oro y 5.000 marcos de plata), que llevó personalmente a España, mientras tanto, un gran ejército se aproximó a Cajamarca para liberar a Atahualpa, y Pizarro decidió juzgarle por la muerte de sus hermanos Huáscar y Atoc y por el delito de traición. Tras ser condenado a muerte, fue ejecutado hacia finales de julio de 1533, a la vez que su hermano Túpac Huallpa, que había prestado fidelidad a Carlos V, fue nombrado nuevo inca. 

En agosto de 1533 salieron los españoles hacia Cuzco donde entraron el 15 de noviembre, pero antes de llegar el nuevo inca fue envenenado por el cacique quiteño Calcuchimac, por lo que Manco Inca Yupanqui(Manco Cápac II) ocupó su lugar. En marzo de 1534 tuvo lugar la fundación española de la ciudad. Mientras tanto, Francisco Pizarro había recibido el título de marqués y se habían ampliado los límites de Nueva Castilla para incluir a Cuzco, concediéndose a su socio Almagro una gobernación que recibió el nombre de Nueva Toledo y que se extendía 200 leguas hacia el sur, en el Chile actual. El enfrentamiento entre los dos conquistadores se acentuó, ya que Almagro se resistía a abandonar el cargo de gobernador de Cuzco y tomó prisioneros a los hermanos de Pizarro, Juan y Gonzalo, liberándoles sólo tras entrevistarse con su antiguo socio. 

El 8 de julio de 1538 Diego de Almagro murió tras ser apresado por Hernando Pizarro en la batalla de las Salinas, en el transcurso de las llamadas 'guerras civiles' que se iniciaron a su regreso de Chile y al reclamar de nuevo la ciudad de Cuzco como parte de su gobernación. 

Unos años más tarde, el 26 de junio de 1541, Francisco Pizarro fue asesinado en Lima por los partidarios de Diego de Almagro. 

gracias a:http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/3557/Francisco%20Pizarro